Flor de Jericó (“planta de la resurrección”): Además de su antigüedad en la tierra, su resistencia es legendaria. Esto se debe a que esta planta puede estar hasta 31 meses sin agua. La resurrección a la que hace mención su nombre se debe a este singular hecho, ya que a pesar de haber estado muchos meses seca si entra en contacto con el agua recupera sus características, en forma y color, de manera sorprendentemente rápida. Posee potentes propiedades antioxidantes y antimicrobianas que ayudan a hidratar, proteger la barrera cutánea y disminuir líneas de expresión. Por otro lado, también aporta luminosidad y firmeza a la piel. También es beneficiosa con las heridas, ya que sus propiedades antimicrobianas ayudan al cuerpo a que estas cicatricen y curen más rápido.
Acetato de retinilo: Los derivados del retinol se utilizan principalmente contra la piel seca y escamosa, pero también contra la piel con manchas y para la piel castigada por la luz. Desempeñan un papel especialmente importante como agente antienvejecimiento. El retinol es importante para la formación de la piel y contribuye a suavizar las arrugas causadas por factores ambientales. Aumenta la elasticidad de la superficie cutánea y garantiza que las escamas córneas sueltas se desprendan más rápidamente y que la renovación celular de la piel se ponga en marcha. Además, el retinol inhibe la degradación del colágeno y favorece su regeneración, por lo que este activo también responde a las necesidades especiales de las pieles maduras.
Palmitato de retinilo: Mejora la apariencia de la piel reduciendo las líneas finas y las arrugas al iniciar la proliferación de la epidermis; esto promueve piel nueva a un ritmo más rápido. También puede inhibir la colagenasa, responsable de la degradación del colágeno. Esto aumenta la abundancia de colágeno en la piel, revelando una piel más tersa y juvenil.
Aceite de jojoba: Deriva de la planta de jojoba cultivada en América del Norte. Tiene una textura muy ligera y contiene muchos antioxidantes y nutrientes que la piel absorbe rápidamente. Muy similar al aceite de sebo que producimos en los humanos. Cuando se aplica sobre la piel, el cuerpo no es capaz de notar la diferencia y la acepta significativamente. Aporta varios beneficios a la piel:
- Hidrata en profundidad
- Humecta de manera duradera
- No es alergénico
- Protege contra la exposición ambiental
- Revive la piel seca
- Incluye vitaminas E y B
- Disminuye las líneas finas
- Favorece a producción de colágenoAlmendras dulces
Aceite de almendras dulces: Posee muchos beneficios para la piel, ya que está repleto de vitamina E, vitamina K y un complejo de vitamina B. Al aplicarlo, ayuda a hidratar, aclarar y prevenir el envejecimiento prematuro. Debido a que contiene vitamina E, un antioxidante, ayuda a neutralizar los radicales libres que causan arrugas, pigmentación y elasticidad de la piel. En conjunto, el aceite de almendras dulces ayuda a mantener la piel suave y flexible.
Extracto de menta piperita: Poderoso antioxidante, previene la iniciación o propagación de las reacciones mediadas por radicales libres, de manera que previene la piel del daño oxidativo y evita el envejecimiento cutáneo.
Aceite de rosa mosqueta: Extraído de las semillas de las plantas de rosas, que es el fruto que permanece después de que una rosa ha florecido y ha desechado sus pétalos. Los rosales se cultivan principalmente en Chile y están llenos de ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes que aportan a la piel numerosos beneficios:
- Hidrata la piel
- Ayuda a mantener una barrera sustancial para prevenir la pérdida de agua
- Enriquecido con vitamina A y vitamina C
- Ayuda con la producción y el mantenimiento del colágeno
- Ayuda a reducir las líneas finas y las cicatrices renovando el tejido y las células de la piel
- Ayuda a la piel con la exfoliación
- Mejora la renovación celular
- Rico en vitamina C que ayuda a la regeneración celular y a recuperar la luminosidad
Extracto de Selaginella Lepidophylla: Extraído a partir de una planta que crece en suelos desérticos, por lo que cuenta con un sistema propio que le permite ahorrar agua. Lucha contra el envejecimiento celular, a la vez que limita la deshidratación cutánea.
Extracto de diente de león: Rica en antioxidantes y vitaminas, el diente de león tiene propiedades antiinflamatorias, puede proteger la piel del fotoenvejecimiento ocasionado por la acción de los daños de los rayos UVB.
Extracto de capuchina: Es una planta originaria de América. Crece siempre cerca de zonas húmedas y es propensa a expandirse. Su contenido en ésteres de ácidos grasos mejora la circulación. Posee un aceite esencial que le otorga propiedades antibióticas, antivíricas y antifúngicas. También tiene una gran capacidad seborreguladora y una alta concentración de vitamina C, por lo que es un potente antioxidante.
Extracto de Células de Rosa de los Alpes: Preserva la actividad de las células madre epidérmicas, protege del estrés ambiental, aumenta la vitalidad de las células madre epidérmicas, estimula la regeneración epidérmica, mejora la función barrera de la piel, ayuda a la piel a hacer frente a los cambios climáticos.
Lecitina: Es una mezcla natural de Diglicéridos y Ácido Fosfórico que se obtiene de algunas semillas como la soja. Mejora la apariencia de la piel seca o dañada mediante la reducción de la descamación y la restauración de flexibilidad.
